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Me habrán de dar, sobre todo, más ración, tendré más gloria... Entonces el de la noria le interrumpió de este modo: Que se vuelva le aconsejo a voltear su asador; que esta empresa es superior a las fuerzas de un gozquejo. ¡Miren el mulo bellaco, y qué bien le replicó! Lo mismo he leído yo en un tal Horacio Flaco, Que a un autor da por gran yerro cargar con lo que después no podrá llevar; esto es, que no ande la noria el perro. Moraleja:
Nadie emprenda obra superior a sus fuerzas.
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