El estómago y los pies discutían sobre su fuerza. Los pies repetían a cada momento que su fuerza era de tal modo superior, que incluso llevaban al estómago. A lo que éste respondió: Amigos míos, si yo no les diera el alimento, no me podrían llevar.- Veamos siempre con atención dónde se inicia realmente la cadena de sucesos. Demos el mérito a quien realmente es la base de lo que juzgamos. (Autor: Esopo).
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