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Eres más aburrido que jugar al "Solitario" de Windows toda la noche. Eres más agresivo que el entrenador de los Power Rangers. Eres más antiguo que el rodapié de las cuevas de Altamira. Eres más azul que el striptease de la Pitufina. Eres más basto que un polo de un chorizo. Eres más basto que un bocadillo de cemento. Eres más basto que un calzoncillo de esparto. Eres más pesado que un petit suisse de morcilla.. Eres más breve que el vocabulario del Correcaminos (mee, mee). Eres más calvo que una bola de billar. Eres más caprichoso que el dueño del Scattergoris. Eres más caro que el seguro del coche fantástico. Eres más corto que las mangas de un chaleco. Eres más cursi que un especial de "La casa de la pradera". Eres más exclusivo que el autógrafo del hombre invisible. Eres más feliz que McGuiver en una ferretería. Eres más feo que cobrar las bolsas en el supermercado. Eres más feo que el Fary comiendo un limón. Eres más feo que un twingo decapotable. Eres más guarro que un bocadillo de pelos. Eres más infantil que el mecanismo de un chupete. Eres más inútil que un senisero en una moto. Eres más larga que la infancia de Heidi. Eres mas largo que el número PI. Eres más lento que la Vuelta Ciclista a España en Ciclostatic. Eres más lento que carrera de caracoles. Eres más macizo que los neumáticos de un troncomovil. Eres mas peligroso que la infancia de Alcapone. Eres más peligroso que Michael Jackson en una guardería. Eres más pelotero que el mayordomo de los "Ferrero Roche". Eres más pequeño que el sofá de la Hormiga atómica. Eres más pesado que escuchar un recopilatorio de los Pecos en japonés. Eres más raro de ver, que un repartidor del Telepizza en un semáforo. Eres más raro que un documental en verso. Eres más simple que el mecanismo de un botijo.
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