Al pasar por el cuartel se me cayó un botón y vino el coronel a pegarme un pisotón.
¡Qué pisotón me dio el cacho de animal que estuve siete días sin poderme levantar!.
Las niñas bonitas no van al cuartel porque los soldados las pisan el pie.
Soldado valiente, no me pise usted, que soy pequeñita y me puedo caer.
Si eres pequeñita y te puedes caer, cómprate un vestido de color café, cortito por delante, larguito por detrás con cuatrovolantes y ¡adiós mi capitán!.