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El anciano matrimonio volverá a recorrer, cogido del brazo, las viejas calles, y se sentará de nuevo, sonriente y con rojas mejillas, en la escalera bajo el tilo, saludando a ricos y pobres. La semilla de esta hora germinará a lo largo de los años, para transformarse en un florido poema. Lo bueno y lo bello no cae en el olvido; sigue viviendo en la leyenda y en la canción. (Autor: Hans Christian Andersen) |