· PARA APRENDER · · TEBY y TIB · · PARA PADRES · · EL CLUB ·

RECOMENDADO

OPCIONES A ELEGIR

  • Adivinanzas

  • Buenas Maneras

  • Canciones Populares

  • Cocinero, cocinero ...

  • Concursos y Sorteos

  • Consolas y Tecnología

  • Cuentos y Fabulas

  • Curiosidades

  • Dibujos para colorear

  • Frases ingeniosas

  • Humor y Chistes

  • Juegos de Exterior

  • Juegos de Interior

  • Manualidades

  • Pasatiempos

  • Poesía Infantil

  • Quien dijo ...

  • Trabalenguas



  • INFORMACION

  • Derechos del niño

  • Escríbenos

  • Noticias Interesantes

  • Publicidad

  • Quienes Somos

  • ¿Quieres Colaborar?


  • Kiva - loans that change lives

    SERVICIOS

  • Correo Gratis

  • Tablón Anuncios


  •  

    Portada::Ménú General::Cuentos y Fabulas::Hermanos Grimm

    Página: 1 2 3 4 5 6  >

       El pájaro de oro. (1)
         
      

    En tiempos remotos vivía un rey cuyo palacio estaba rodeado de un hermoso parque, donde crecía un árbol que daba manzanas de oro. A medida que maduraban, las contaban; pero una mañana faltó una. Diose parte del suceso al Rey, y él ordenó que todas las noches se montase guardia al pie del árbol.

    Tenía el Rey tres hijos, y al oscurecer envió al mayor de centinela al jardín. A la medianoche, el príncipe no pudo resistir el sueño, y a la mañana siguiente faltaba otra manzana.

    A la otra noche hubo de velar el hijo segundo; pero el resultado fue el mismo: al dar las doce se quedó dormido, y por la mañana faltaba una manzana más.

    Llegó el turno de guardia al hijo tercero; éste estaba dispuesto a ir, pero el Rey no confiaba mucho en él, y pensaba que no tendría más éxito que sus hermanos; de todos modos, al fin se avino a que se encargara de la guardia. Instalóse el jovenzuelo bajo el árbol, con los ojos bien abiertos, y decidido a que no lo venciese el sueño. Al dar las doce oyó un rumor en el aire y, al resplandor de la luna, vio acercarse volando un pájaro cuyo plumaje brillaba como un ascua de oro. El ave se posó en el árbol, y tan pronto como cogió una manzana, el joven príncipe le disparó una flecha. El pájaro pudo aún escapar, pero la saeta lo había rozado y cayó al suelo una pluma de oro. Recogióla el mozo, y a la mañana la entregó al Rey, contándole lo ocurrido durante la noche. Convocó el Rey su Consejo, y los cortesanos declararon unánimemente que una pluma como aquella valía tanto como todo el reino.

    - Si tan preciosa es esta pluma, dijo el Rey, no me basta con ella; quiero tener el pájaro entero.

    El hijo mayor se puso en camino; se tenía por listo, y no dudaba que encontraría el pájaro de oro. Había andado un cierto trecho, cuando vio en la linde de un bosque una zorra y, descolgándose la escopeta, dispúsose a disparar contra ella. Pero la zorra lo detuvo, exclamando:

    - No me mates, y, en cambio, te daré un buen consejo. Sé que vas en busca del pájaro de oro y que esta noche llegarás a un pueblo donde hay dos posadas frente a frente. Una de ellas está profusamente iluminada, y en su interior hay gran jolgorio; pero guárdate de entrar en ella; ve a la otra, aunque sea poco atrayente su aspecto.

    «¡Cómo puede darme un consejo este necio animal!», pensó el príncipe, oprimiendo el gatillo; pero erró la puntería, y la zorra se adentró rápidamente en el bosque con el rabo tieso. Siguió el joven su camino, y al anochecer llegó al pueblo de las dos posadas, en una de las cuales todo era canto y baile, mientras la otra ofrecía un aspecto mísero y triste. «Tonto sería -díjose- si me hospedase en ese tabernucho destartalado en vez de hacerlo en esta hermosa fonda». Así, entró en la posada alegre, y en ella se entregó al jolgorio olvidándose del pájaro, de su padre y de todas las buenas enseñanzas que había recibido.

    Transcurrido un tiempo sin que regresara el hijo mayor, púsose el segundo en camino, en busca del pájaro de oro. Como su hermano, también él topó con la zorra, la cual diole el mismo consejo, sin que tampoco él lo atendiera. Llegó a las dos posadas, y su hermano, que estaba asomado a la ventana de la alegre, lo llamó e invitó a entrar. No supo resistir el mozo, y, pasando al interior, entregóse a los placeres y diversiones.



      

    Página: 1 2 3 4 5 6  >



    Hermanos Grimm

    Temas relacionados:

    Siguientes >>

     

    BUSCADOR

    Buscar en el Portal.

    Búsqueda personalizada


    ÚLTIMOS TEMAS

    how to take

    ...

    ... más información

    El Gato y la Rata.

    Se forman en ...

    ... más información

    En el aula.

    Érase una vez ...

    ... más información

    El niño en la playa y el Sr. Roche

    Corriendo por toda ...

    ... más información


    · Protocolo y Etiqueta

    · Buenos Modales

    · Saber Estar

    · Urbanidad

    · Netiqueta

    · Cronis

    · Cronis Social

    · Saber Estar

    · Barrio Húmedo

    · Burgo Nuevo

    · Filandón

    ·

    · Terra Galega

    · Teby y Tib

    ·

    ·

    · Urbanidad

    · Buenas Maneras

    · CCA

    · Corra La Voz