Era un señor que no tenía orejas. Entonces tenía varios empleados y les hace llamar uno a uno para que le hagan un poco la pelota. Llama al primero y le dice: ¿usted me ve algo raro? -Si, dice el empleado, que no tiene orejas. Despedido, dice el jefe. Llama a otro empleado y le hace la misma pregunta: ¿usted me ve algo raro? -Si, dice el empleado, que no tiene orejas. Despedido, dice el jefe. Así lo hace con un montón de empleados hasta que da con uno que le mira cuidadosamente un rato y le dice: - Usted lleva lentillas. Hombre por fin, un empleado observador. ¿Cómo lo ha sabido? - Muy sencillo, dice el empleado, como no tiene orejas no puede llevar gafas.
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