Qué lindos ojitos tiene mi muñeca, de cristal parecen y la luz reflejan. A veces me miran, a veces se cierran, sus lindos ojitos ternura despiertan. Te miran muy fijo cuando la incorporas y se cierran solos si tumbada reposa. Muñequita mía, de lindos ojitos deja de mirarme que me ruborizo. ¡Cómo eres tan guapa!, ¡cómo eres tan linda!, eres la mejor muñeca que quiere una niña. (Autor: Charls Rou.)
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