Pan y chocolate, merienda de tarde, los niños la toman, la preparan sus madres. Mordisco a mordisco, al crujiente pan, termina la merienda el bueno de Juan. Se marcha a jugar, su madre le avisa, recién merendado no es buena la prisa. Juan no le hace caso se pone a correr, al cabo de un rato no se siente bien. Todo le da vueltas a punto de caer su madre le recoge, se sienta junto a él. Ya te lo dije, tranquilo y reposa, andarse con prisas todo lo empeora. El bueno de Juan a su madre mira y le da las gracias por que bien le cuida. (Autor: Charls Rou.)
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