Al pasar por el puente de Santa Clara, ¡ay!, ¡ay!, de Santa Clara, se me cayó el anillo dentro del agua, ¡ay!, ¡ay! dentro del agua; por sacar el anillo saqué un tesoro, ¡ay!, ¡ay!, saqué un tesoro: una Virgen de plata y un San Antonio, ¡ay!, ¡ay!, y un San Antonio.
San Antonio bendito, dame un marido, ¡ay!, ¡ay!, dame un marido que no fume tabaco ni beba vino, ¡ay!, ¡ay!, ni beba vino.