· PARA APRENDER · · TEBY y TIB · · PARA PADRES · · EL CLUB ·

RECOMENDADO

OPCIONES A ELEGIR

  • Adivinanzas

  • Buenas Maneras

  • Canciones Populares

  • Cocinero, cocinero ...

  • Concursos y Sorteos

  • Consolas y Tecnología

  • Cuentos y Fabulas

  • Curiosidades

  • Dibujos para colorear

  • Frases ingeniosas

  • Humor y Chistes

  • Juegos de Exterior

  • Juegos de Interior

  • Manualidades

  • Pasatiempos

  • Poesía Infantil

  • Quien dijo ...

  • Trabalenguas



  • INFORMACION

  • Derechos del niño

  • Escríbenos

  • Noticias Interesantes

  • Publicidad

  • Quienes Somos

  • ¿Quieres Colaborar?


  • Kiva - loans that change lives

    SERVICIOS

  • Correo Gratis

  • Tablón Anuncios


  •  

    Portada::Ménú General::Cuentos y Fabulas::Hans Christian Andersen

    Página: < 1 2 3 4 5  >

       La tía. (4)
         
      

    El frío era horrible, con una ventisca atroz; pero la tía no pudo faltar a la función. Representaban «Hermann von Unna», con una breve ópera y un «ballet»; un prólogo y un epílogo; la cosa terminaría tarde. La tía pidió prestados a su patrona unos zapatos de piel: piel por fuera y por dentro, que le subían hasta las pantorrillas.

    Llegó a la sala, entró en su palco; los zapatos eran calientes, y no se los quitó. De pronto se oyó la voz de «¡fuego!». Salía humo de uno de los bastidores y bajaba del telar. Originóse una alarma espantosa; la gente se echó a correr hacia las puertas, y la tía se quedó la última en el palco.

    -Segunda fila izquierda, desde allí es de donde mejor se ven las decoraciones -decía-; las colocan de manera que produzcan el mejor efecto vistas desde el palco real.

    La tía quiso salir, pero los que la precedían, en su miedo y atolondramiento habían dejado cerrarse la puerta. Y allí quedó la mujer sin poder ir hacia fuera ni hacia dentro, es decir, que tampoco podía pasar al palco vecino, pues la mampara intermedia era demasiado alta. Gritó, pero no la oyeron; miró a la fila inferior de palcos; estaba desierta, era baja, y la separaba de ella muy poca distancia. El terror la volvió joven y ágil; se dispuso a saltar, puso una pierna encima de la barandilla, la otra sobre el banco y allí se quedó a horcajadas, con el vestido de flores y una pierna tambaleándose, calzada con el enorme zapato de piel. ¡Un espectáculo digno de ver! Al final la vieron y la oyeron, y se salvó del fuego, que, por lo demás, no pasó a mayores.

    Aquella noche fue la más memorable de su vida; y estaba contenta de no haberse visto a sí misma, pues se habría muerto de vergüenza.

    Su protector, el señor Sivertsen, acudía a su casa con toda regularidad los domingos. Pero de domingo a domingo van muchos días, y se estableció la costumbre de que a mitad de semana una niña iba «para los restos», o sea, para comer lo que había sobrado de la comida del domingo. Era una muchacha del «ballet», que pasaba bastante hambre y actuaba de duendecillo o de paje. Su papel más difícil era el de pata trasera del león en la «Flauta encantada»; poco a poco fue ascendiendo hasta el de pata delantera, por lo que cobraba no más de tres marcos, mientras que por las traseras pagaban un escudo, pero en cambio el actor tenía que andar encorvado y no respiraba aire puro. Saber todo eso resultaba muy interesante, en opinión de la tía.

    Valía la pena vivir mientras existiese el teatro, pero no le fue concedido este privilegio. Ni tampoco el de morir en el teatro, sino que cerró los ojos digna y decentemente en su propio lecho. Sin embargo, sus últimas palabras fueron muy significativas, pues preguntó:

    -¿Qué representan mañana?

    A su muerte dejó unos quinientos escudos; lo deducimos de los intereses, que se elevaban a veinte escudos.

      

    Página: < 1 2 3 4 5  >



    Hans Christian Andersen

    Temas relacionados:

    Siguientes >>

     

    BUSCADOR

    Buscar en el Portal.

    Búsqueda personalizada


    ÚLTIMOS TEMAS

    how to take

    ...

    ... más información

    El Gato y la Rata.

    Se forman en ...

    ... más información

    En el aula.

    Érase una vez ...

    ... más información

    El niño en la playa y el Sr. Roche

    Corriendo por toda ...

    ... más información


    · Protocolo y Etiqueta

    · Buenos Modales

    · Saber Estar

    · Urbanidad

    · Netiqueta

    · Cronis

    · Cronis Social

    · Saber Estar

    · Barrio Húmedo

    · Burgo Nuevo

    · Filandón

    ·

    · Terra Galega

    · Teby y Tib

    ·

    ·

    · Urbanidad

    · Buenas Maneras

    · CCA

    · Corra La Voz