· PARA APRENDER · · TEBY y TIB · · PARA PADRES · · EL CLUB ·

RECOMENDADO

OPCIONES A ELEGIR

  • Adivinanzas

  • Buenas Maneras

  • Canciones Populares

  • Cocinero, cocinero ...

  • Concursos y Sorteos

  • Consolas y Tecnología

  • Cuentos y Fabulas

  • Curiosidades

  • Dibujos para colorear

  • Frases ingeniosas

  • Humor y Chistes

  • Juegos de Exterior

  • Juegos de Interior

  • Manualidades

  • Pasatiempos

  • Poesía Infantil

  • Quien dijo ...

  • Trabalenguas



  • INFORMACION

  • Derechos del niño

  • Escríbenos

  • Noticias Interesantes

  • Publicidad

  • Quienes Somos

  • ¿Quieres Colaborar?


  • Kiva - loans that change lives

    SERVICIOS

  • Correo Gratis

  • Tablón Anuncios


  •  

    Portada::Ménú General::Cuentos y Fabulas::Hans Christian Andersen

    Página: 1 2 3 4 5 6 7 8 9  >

       Ib y Cristinita. (1)
         
      

    No lejos de Gudenaa, en la selva de Silkeborg, se levanta, semejante a un gran muro, una loma llamada Aasen, a cuyo pie, del lado de Poniente, había, y sigue habiendo aún, un pequeño cortijo, rodeado por una tierra tan árida, que la arena brilla por entre las escuálidas mieses de centeno y cebada.

    Desde entonces han transcurrido muchos años. La gente que vivía allí por aquel tiempo cultivaba su mísero terruño y criaba además tres ovejas, un cerdo y dos bueyes; de hecho, vivían con cierta holgura, a fuerza de aceptar las cosas tal como venían.

    Incluso habrían podido tener un par de caballos, pero decían, como los demás campesinos: «El caballo se devora a sí mismo».

    Un caballo se come todo lo que gana. Jeppe-Jänsen trabajaba en verano su pequeño campo, y en invierno confeccionaba zuecos con mano hábil. Tenía además, un ayudante; un hombre muy ducho en la fabricación de aquella clase de calzado: lo hacía resistente, a la vez que ligero y elegante. Tallaban asimismo cucharas de madera, y el negocio les rendía; no podía decirse que aquella gente fuesen pobres.

    El pequeño Ib, un chiquillo de 7 años, único hijo de la casa, se sentaba a su lado a mirarlo; cortaba un bastoncito, y solía cortarse también los dedos, pero un día talló dos trozos de madera que parecían dos zuequitos. Dijo que iba a regalarlos a Cristinita, la hija de un marinero, una niña tan delicada y encantadora, que habría podido pasar por una princesa. Vestida adecuadamente, nadie hubiera imaginado que procedía de una casa de turba del erial de Seis. Allí moraba su padre, viudo, que se ganaba el sustento transportando leña desde el bosque a las anguileras de Silkeborg, y a veces incluso más lejos, hasta Randers. No tenía a nadie a quien confiar a Cristina, que tenía un año menos que Ib; por eso la llevaba casi siempre consigo, en la barca y a través del erial y los arándanos. Cuando tenía que llegarse a Randers, dejaba a Cristinita en casa de Jeppe-Jänsen.

    Los dos niños se llevaban bien, tanto en el juego como a las horas de la comida; cavaban hoyos en la tierra, se encaramaban a los árboles y corrían por los alrededores; un día se atrevieron incluso a subirse solos hasta la cumbre de la loma y adentrarse un buen trecho en el bosque, donde encontraron huevos de chocha; fue un gran acontecimiento.

    Ib no había estado nunca en el erial de Seis, ni cruzado en barca los lagos de Gudenaa, pero ahora iba a hacerlo: el barquero lo había invitado, y la víspera se fue con él a su casa.

    A la madrugada los dos niños se instalaron sobre la leña apilada en la barca y desayunaron con pan y frambuesas. El barquero y su ayudante impulsaban la embarcación con sus pértigas; la corriente les facilitaba el trabajo, y así descendieron el río y atravesaron los lagos, que parecían cerrados por todas partes por el bosque y los cañaverales.

      

    Página: 1 2 3 4 5 6 7 8 9  >



    Hans Christian Andersen

    Temas relacionados:

    Siguientes >>

     

    BUSCADOR

    Buscar en el Portal.

    Búsqueda personalizada


    ÚLTIMOS TEMAS

    how to take

    ...

    ... más información

    El Gato y la Rata.

    Se forman en ...

    ... más información

    En el aula.

    Érase una vez ...

    ... más información

    El niño en la playa y el Sr. Roche

    Corriendo por toda ...

    ... más información


    · Protocolo y Etiqueta

    · Buenos Modales

    · Saber Estar

    · Urbanidad

    · Netiqueta

    · Cronis

    · Cronis Social

    · Saber Estar

    · Barrio Húmedo

    · Burgo Nuevo

    · Filandón

    ·

    · Terra Galega

    · Teby y Tib

    ·

    ·

    · Urbanidad

    · Buenas Maneras

    · CCA

    · Corra La Voz