Es un juego divertido en el que tiene que haber bastante espacio para jugar. Se elige a un niño para que haga de primer jugador. Se traza un círculo o cuadrado en el que se mete el jugador elegido. El resto de niños rodean a este jugador.
El jugador lanza al balón al aire (lo más alto posible) y dice el nombre de alguno de sus compañeros de juego. Todos echan a correr menos el peque nombrado que debe atrapar el balón antes de que caiga al suelo. Una vez que lo atrapa debe decir "Pies quietos !". Y todos se deben quedar parados.
El jugador con el balón puede dar tres pasos para acercarse más a su objetivo. El objetivo: dar con el balón a la persona que quiera. Si lanza el balón y falla, deberá abandonar el juego. Si acierta, el que abandona el juego es al que ha dado.
El juego termina cuando todos los jugadores han sido eliminados, y gana el niño que haya quedado.