Cierta criada la casa barría con una escoba muy sucia y muy vieja. Reniego yo de esta escoba, decía: con la basura y pedazos que deja allá por donde ella pasa, aún más ensucia, que limpia la casa.
Los remendones, que escritos ajenos corregir piensan acaso de errores, suelen dejarlos diez veces más llenos... Mas no haya miedo que de estos señores que diga yo nada: que se lo diga por mí la criada.
Moraleja:
Hay correctores de obras ajenas, que añaden más errores de los que corrigen.